miércoles, 22 de octubre de 2014

Análisis de un poema de Garcilaso de la Vega.


   El arte es el exceso de sentimientos de las personas que necesita ser representado a través de diversas formas bellas. El poema es una de esas formas. Si la música es el arte de combinar los sonidos, la poesía es el arte de combinar las palabras, de tal modo que adquieran musicalidad propia. Es mediante una lectura oralizada, pues es así como debe ser enunciada, que se aprecia su finalidad: el encantamiento del oído. La escritura concretiza la combinación, la forma, las ideas, pero es la oralidad la que le da completa existencia, la que difunde el dulce sonido de esas palabras aladas.

  El renacimiento y más concretamente España dio vida a un gran escritor, me refiero al poeta y cortesano Garcilaso de la Vega, según Carmen Vaquero Serrano nació en Toledo el 29 de septiembre del año 1499 y murió 1536.
  Las poesías de Garcilaso aparecieron publicadas por primera vez en 1543, en el 4° libro de la edición barcelonesa de su amigo Boscán. Junto a Boscán renueva la lírica española con la incorporación del endecasílabo. No dedico su pluma a los temas heroicos o políticos, siguiendo las huellas de Petrarca, se centró en el análisis del sentimiento amoroso, de los estados afectivos. Cultivo una poesía intimista, suavemente melancólica, en la que todo lo relativo a la amada y a la pasión que ella despierta aparece sublimado. Ha alcanzado la paz espiritual lejos de los suyos y de la corte, pero la serenidad se quiebra súbitamente por la muerte de Isabel Freire de quien siempre estuvo enamorado.
  Su breve obra poética constituye el máximo ejemplo de adaptación de los metros italianos a nuestra lengua y el tiempo del endecasílabo. 

  
Comenzare con la estructura del soneto, es decir la escritura de los elementos que constituyen los significados dentro del poema. Está constituido por el título en números romanos (soneto XII), catorce versos distribuidos en cuatro estrofas, dos cuartetos y dos tercetos, el metro de los versos es endecasílabos de arte mayor, con respecto a la rima ésta es consonante (abba - cde).

    En relación con la interpretación y recursos encontrados en el poema, puedo decir que haré un recorrido analizando estrofa por estrofa para una mejor apreciación de las diferentes funciones que cumplen dentro del soneto.   

    En la primera estrofa el yo poético se identifica con un deseo y lo describe a través de una acumulación de adjetivos (“loco, imposible, vano, temeroso”) Se siente atraído por este deseo, y se reconoce incapaz de controlarlo.

En la segunda estrofa a través del la antítesis “o muy aventurado o muy medroso” el yo poético hace una primera apreciación de los dos mitos, el de “Ícaro y Faetón”, tomándolos como ejemplos poco efectivos, no le sirve ser muy arriesgado ni tampoco estar asustado para equilibrar ese deseo que lo confunde. De acuerdo al sentimiento amoroso garcilasiano podría pensarse que este deseo incontrolable se debe a su amor por Isabel Freire quien representa la Elisa de sus versos, amor no correspondido.

En los dos tercetos aparecen los dos mitos subliminados como dos finales posibles, el primer terceto hace referencia al mito de Ícaro, este mito refiere la inteligente huida del laberinto de Creta de Ícaro. El inteligente Dédalo ideo unas alas de cera para salir del encierro; pero el fogoso Ícaro, desobedeciendo los consejos de su padre, se acercó demasiado al sol, y sus alas se derritieron, y cayó al mar (“fama y nombre al mar ha dado”).
El último terceto hace referencia al mito de Faetón, hijo del dios Helios. Según refiere Ovidio, Faetón pidió a su padre que le permitiera conducir durante un día el carro solar, pero cuando ya estaba arriba, los signos del Zodiaco lo asustaron y perdió el control de los caballos. Primero, el carro se acercó demasiado al sol y abrasó una parte de él, formando la Vía Láctea; luego pasó rozando la tierra y se secó por completo la zona ecuatorial. Para remediar tantos desastres, Zeus fulminó con su rayo, haciendo que cayera al río Erídano, allí lo recogieron sus hermanas las Helíades convertidas en álamos negros (“aquellas pantas conocidas”) y derramaron sus lágrimas por él.

Teniendo en cuenta los cuatros estratos que presenta el poema (forma, sentido, ritmo y sonoridad),  haría hincapié sobre todo en el sentido, sin dejar al margen las demás ya que como afirma Kayser, se debería analizar estrato por estrato.

Por su complejidad y temática, el poema seleccionado puede ser presentado en un 6° año de nivel superior.
Para comenzar considero importante que los alumnos, además de leer la obra y analizar los recursos poéticos que presenta, deben tomar conocimiento del contexto histórico en que fue producido, esto les ayudaría a interpretar ciertas características del poema que se relaciona con su pertenencia al periodo del “renacimiento”. También es importante que se  realice un análisis crítico sobre los dos mitos al que hace referencia el soneto XII. Trabajar el concepto de mito y su importancia en el desenlace del poema, esto  ayudaría a los alumnos interpretar mejor el soneto a través del análisis de intertextualidad.

Según Jaime Rest el mito enuncia por medios poéticos situaciones para las que no tiene respuesta un enfoque científico. El mito es una creencia que es admitida como verdad que requiere pruebas o demostraciones.

SONETO XII                                                            Recursos.

1  Si para refrenar este deseo
2 loco, imposible, vano, temeroso,                      Enumeración de adjetivos
3 y guarecer de un mal tan peligroso,
4 que es darme a entender yo lo que no creo,    Sinalefa, Yo poético
5  no me aprovecha verme cual me veo,              Aliteración
6 o muy aventurado o  muy medroso,                Antítesis
7 en tanta confusión que nunca oso
8 fiar el mal de mí que lo poseo,                          Encabalgamiento
 9 ¿Qué me ha de aprovechar ver la pintura      Interrogación retórica
10 d’ aquel que con las alas derretidas,                   Mito de Ícaro
11 cayendo, fama y nombre al mar le ha dado,            Encabalgamiento
12   y la del que su fuego y su locura
          13 llora entre aquellas plantas conocidas,               Mito de Faetón
14 apenas en el agua resfrïado?                         Interrogación retórica












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